Negocio de flores comestibles
En 1994, una pareja de argentinos, comenzó con un negocio algo extraño, pero resultó con gran éxito.
Cristina y Rubén Martín se dedicaron a la producción de flores y verduras en miniatura para platillos de comida.
Hicieron las investigaciones necesarias y comenzaron a hacer minihortalizas para hacer crecer su negocio, cabe mencionar que no se corre ningún riesgo contra la salud, puesto que todas las flores que producen son orgánicas.
Al pasar de los años se han convertido en unos de los más importantes productores y distribuidores de flores comestibles en Tres Arroyos, Argentina. Sus flores y verduras en miniatura son compradas por hoteles y restaurantes importantísimos, como el “Sheraton” o “Alvear”, en éstos puedes encontrar gran variedad de platillos exóticos que son bien aceptados por la gente.
La pareja ha logrado hacer grandes ingresos, ya que surten pedidos de todo tipo: grandes para los restaurantes y hoteles e incluso cajitas pequeñas con frutillas o dulces de flores que venden a clientes particulares.
Cristina y Rubén Martín se dedicaron a la producción de flores y verduras en miniatura para platillos de comida.
Hicieron las investigaciones necesarias y comenzaron a hacer minihortalizas para hacer crecer su negocio, cabe mencionar que no se corre ningún riesgo contra la salud, puesto que todas las flores que producen son orgánicas.
Al pasar de los años se han convertido en unos de los más importantes productores y distribuidores de flores comestibles en Tres Arroyos, Argentina. Sus flores y verduras en miniatura son compradas por hoteles y restaurantes importantísimos, como el “Sheraton” o “Alvear”, en éstos puedes encontrar gran variedad de platillos exóticos que son bien aceptados por la gente.
La pareja ha logrado hacer grandes ingresos, ya que surten pedidos de todo tipo: grandes para los restaurantes y hoteles e incluso cajitas pequeñas con frutillas o dulces de flores que venden a clientes particulares.